
PRACTICAS , HOSPITAL GREGORIO MARAÑON DE MADRID , ENFERMEDAD MENTAL ( 27/NOVIEMBRE/2008)
La primera, una paciente bipolar. Ahora misma está en fase depresiva y por ello está ingresada en la planta.
La segunda es un trastorno de la personalidad histriónico. Extremadamente maniaca y muy irrespetuosa, como buena histriónica nos interrumpe con constantes llamadas de atención e incordia segundo si segundo también. La terapia pues se hace agotadora con ella y llega a extremos casi imposibles.
Pero ahí está la otra paciente bipolar (la nombro así para mantener su anonimato) que realiza la función perfecta y de libro de cooterapeuta. Esta paciente es capaz de controlar perfectamente el histrionismo de la otra paciente. Es capaz de marcarla limites que ni nosotros, terapeutas en prácticas, ni la propia terapeuta de la planta consigue marcar.
Y lo más asombroso, es capaz, por medio del refuerzo positivo, de conseguir que la paciente histriónica participe en las actividades, cosa que en los 3 primeros días con nosotros era impensable.
Nada mas por ahí, solo comentar la especial ilusión que me ha hecho la recuperación de un paciente maniaco que llego con delirios tan graves como el pensar que todos éramos hijos del demonio (si, así como suena) y el contacto con la realidad a día de hoy es total. Es tal, que hoy tras la terapia se acerco a mí y me dio un pequeñísimo abrazo. Pero no por ser pequeño no se valora, de hecho se valora más, teniendo en cuenta que hace 3 días me veía como el hijo del diablo que iba para matarle.
Nada más por ahora. Vuelvo a actualizar el sábado. Club Páramo. Nos vamos de excursión.
Un abrazo blogueros.
“El ser humano vale por lo que es , no por lo que tiene , vale por lo que da , no por lo que guarda .”